viernes, noviembre 17, 2006

También de dolor se canta....

Así dice una canción popular mexicana.
Hay momentos en nuestra existencia que quisiéramos que fueran eternos, por el contrario, hay otros que quisiéramos no recordar nunca. A pesar de eso, resulta positivo hacer un balance dentro de todo lo que consideramos negativo en nuestras vidas, para estar conscientes de lo que aprendimos de esas experiencias.
En ocasiones deseamos que ciertas situaciones no nos hubieran pasado o que no quisiéramos que nadie pasara por ciertas circunstancias, pero, pensando más detenidamente, descubrimos que si no nos hubiera tocado vivir esos momentos desgradables, no hubiésemos aprendido esto o aquéllo, o nuestra visión de la vida sería muy distinta.
A veces no tienen porqué ser errores, sólo son malas experiencias, que las maxificamos hasta convertirlas en dolor; de nosotros depende que tan grande o que tan pequeño, pero eso ya es aparte. El punto es descubrir que tanto permitimos que nos afecte y por qué lo hacemos.
No se trata de ir por la vida arrastrando recuerdos negativos que nos impidan disfrutar las cosas buenas que nos pasen, tampoco se trata de ignorar los recuerdos no tan buenos que tengamos, tal vez sólo necesitemos analizarlos, escudriñarlos, descubrir por qué nos hacen mal y ya después de todo eso podamos seguir con nuestra vida, por que ya asimilamos el dolor que nos causó, descubrimos su causa y "nosotros los de entonces, ya no seremos los mismos".

jueves, noviembre 16, 2006

Dicotomías

Es curioso darnos cuenta que vivimos en un mundo dividido en dos: el oriente y el occidente, tenemos lo bueno y lo malo, el blanco y el negro, conceptos opuestos en su totalidad. Los fundamentos de la lingüística moderna están basados en el significado y el significante y asi sucesivamente, encontramos dicotomías en todos lados.
La dicotomía de Oriente y Occidente en nuestros tiempos está llegando a un punto insostenible, la diversidad entre ambos, por un lado crece y se complementa, desarrollando modelos de cooperación de beneficio mutuo; y por otra parte se encuentra en un momento de máxima tensión por cuestiones políticas. A los que nos toca vivir en Occidente, hemos aprendido a ver como formas exóticas y hasta extrañas la cultura de Oriente.
Ahora pienso, no es que sean exóticos o extraños, sólo son diferentes, porque seguramente ocurre lo mismo del otro lado del océano, algo muy similar a lo que pasó cuando los españoles conocieron las culturas que habitaban la América que vinieron a descubrir, y ante la poca comprensión que tuvieron, destruyeron las civilizaciones antiguas e impusieron su cultura.
Eso pretende hacer el poder occidental sobre oriente, y tal vez oriente considere hacer lo mismo. La búsqueda de hegemonía económica implica la imposición cultural, pero eso incide en el pensamiento. No es posible que Occidente pretenda cambiar formas de vida ancestrales, ni justificar la violencia en contra de Oriente por la falta de entendimiento hacia su visión del mundo, y viceversa, Oriente no puede pretender transformar nuestra existencia para imponernos su visión del mundo.
Los campos culturales en los que vivimos son completamente diferentes, porque sólo es eso, diferentes, el ser diferente no te hace malo, no es algo negativo, sólo distinto. El que pienses de otra manera o asumas el mundo desde otra perspectiva no provoca el más mínimo problema; claro, siempre y cuando no transgreda la libertad y autonomía de los demás. Ahí está el punto fundamental: respeto.
Eso nos ubica en un contexto social mundial, pero también personal, a nivel tú a tú, el respeto es una línea muy delgada que es muy fácilmente transgredida, porque en ocasiones estamos tan convencidos que tenemos la razón que nos creemos con la autoridad suficiente para imponer nuestro pensamiento a otro.

miércoles, noviembre 15, 2006

El subalterno

Cuando nos sentimos menos que otro, cuando, en determinados momentos, descubrimos que siempre va a existir alguien que ostenta cierta autoridad por encima de nosotros, en ese instante es en el que ubico al subalterno. El subalterno es alguien que no tiene voz, o si la tiene no es escuchada, aquí entran las minorías, lo que está del otro lado del poder dominante... los grupos de homosexuales, las mujeres, los partidos de oposición política, algunas religiones, las personas que ahora llaman con capacidades diferentes, que en otros tiempos fueron discapacitados y a los que sería mejor no distinguir, tratarlos como iguales a los "normales".
Incluso dentro de los diferentes grupos de subalternos tenemos subclases, puedes ser mujer y ser homosexual, tambien puedes tener alguna desventaja corporal, además de pertenecer a un partido político de izquierda y no conforme con todo eso también perteneces a una religión con pocos adeptos. Esas serían algunas categorías del ser subalterno.
Aunque para algunos sea muy complicado hurgar en las telarañas que se han ido formando en las dispersas ideologías dominantes, los subalternos existimos, aunque estemos marginados en mundos diferentes, aunque se nos señale, critique, discrimine e impidan nuestra existencia, ahí estamos, intentando colarnos en los pequeños resquicios que a su paso va creando la globalización.
Y sin embargo, como dicen en la cultura oriental y dicen bien, dentro de todo lo bueno siempre hay algo malo, como dentro de todo lo malo siempre hay algo bueno, la justificación para las ideologías dominantes es permitir estos espacios, estos huecos, donde dejan que se expresen los que no estamos de acuerdo, aunque con ciertos límites. Límites que en ocasiones son autoimpuestos, porque de antemano conocemos hasta donde nos va a ser permitido llegar. A veces transgredimos esos límites, es cuando nos voltean a ver, entonces, o nos dejan avanzar un poco más o nos devuelven a nuestro espacio original.
Y en todos esos devenires se pasa la vida del subalterno, esperando el momento, pretexto perfecto para alzar la voz, aunque sea sólo por una vez, aunque sepa que tal vez sea silenciado para siempre y su voz se vaya diluyendo con el paso del tiempo...

martes, noviembre 14, 2006

Y el arcoiris salió otra vez....

En la Biblia se menciona la aparición del arcoris después de que Dios decide poner fin al diluvio que casi ocasiona la destrucción del planeta, desde entonces es considerado como símbolo de esperanza. El fenómeno natural que ocasiona la aparición del arcoiris es todo un complejo entramado en el cual el agua es el principal detonante de su aparición. Existen muchas historias alrededor del arcoiris, unas tienen que ver con el número de colores, otras con la extensión, y algunas más dicen que justo donde inicia (o donde termina) encontrarás bajo la tierra una olla llena de dinero.

Como el arcoiris tenemos muchos ejemplos que nos afectan a lo largo de nuestras vidas. Hasta existe una ciencia que se encarga de estudiar los símbolos: la semántica o semiología. En algunas ocasiones son conocidos como signos. Vamos construyendo en nuestro entorno toda una red compuesta de símbolos. Pero es casi imperceptible, tenemos símbolos religiosos, de autoridad, laborales, familiares, etc, etc, etc.
Los símbolos corresponden a ciertas ideologías, tenemos el caso del emblema de los nazis, el dólar americano, el crucifijo, sin embargo, nos han enseñado, que nuestra vestimenta muestra quiénes somos. Ahí está el refrán que dice: "Como te ven te tratan", en un principio suena muy lógico, y algunos lo seguimos al pie de la letra. Se nos vuelve indispensable tener una presentación impecable para causar una buena impresión. ¿Será?
El problema radica cuando eso se nos convierte en una norma para juzgar a los demás, entonces comienza la discriminación, no a una raza, no a una religión, la vestimenta de las personas que tratamos es suficiente para decidir a quien saludar, a quien sonreír, a quien hablar, y todo esto nos va limitando, nos va aislando de los demás sólo por su apariencia exterior, ya que ni siquiera nos permitimos conocer al otro, cuando ya lo hemos juzgado.

lunes, noviembre 13, 2006

Instintos básicos

Cuando nacemos, somos como una página en blanco, en la medida que crecemos vamos adquiriendo los conocimientos que nos son transmitidos por la gente a nuestro alrededor, es lo que conocemos como carga cultural. Nuestra familia va determinando nuestra conducta y forma de pensar, cuando obtenemos nuestra propia forma de pensar, comenzamos a distinguir lo que verdaderamente nos va forjando.

De esta manera, al ir obteniendo nuestro criterio propio, aceptamos lo que ya nos ha sido impuesto o vamos modificando los valores adquiridos. Esto ocurre en todas las etapas de nuestra vida, pero se enfatiza alrededor de lo que se denomina adolescencia, cuando aquella personita comienza a darse cuenta que puede pensar por sí mismo y tomar sus propias decisiones, comienza a disociar su pensamiento de lo que no considera ya como propio.

Al llegar a este punto de nuestras existencias se abre ante nosotros una disyuntiva, es como un volver a nacer, sólo que esta vez somos conscientes de lo que acontece y podemos ser dueños de nuestro destino: continuamos con los patrones que tenemos o elegimos vivir de una manera diferente.

Mucho se ha escrito y dicho acerca de que la familia es el núcleo de la sociedad, sin embargo, considero que el núcleo de la sociedad son los individuos que la conformamos, la familia nos forma o deforma, nos ayuda o nos hunde, pero el poder de decidir sobre lo que hay que hacer con cada vida sólo depende del que la vive; que permitas que otro decida por ti, o que dejes que otro influya en ti, eso, ya es otro tema.

Al identificar lo que nos ha sido impuesto, al comenzar a cuestionar el por qué tenemos que cumplir con ciertas reglas de la sociedad (el matrimonio, la virginidad, estudiar, etc.), empiezan a aflorar los instintos básicos que todos tenemos dentro, estos instintos los emparejo con los 7 pecados capitales: la pereza, la ira, la gula, la avaricia, la soberbia, la lujuria y la envidia, [¿por qué si son pecados (en género masculino), todos son de género femenino?]

En fin, las acciones que implican estos pecados es lo que hace al hombre ser hombre, a todos nos da flojera alguna vez, todos tenemos rencor por alguna causa, todos tenemos nuestros días en que comemos mucho, todos queremos obtener ganancias que nos permitan mejorar nuestras condiciones de vida, todos somos orgullosos en ciertas circunstancias, todos queremos disfrutar de buen sexo y todos alguna vez hemos querido ser o tener lo que otro tiene... entonces, ¿por qué pretender regular nuestra existencia bajo esos preceptos? Más allá de cualquier ideología religiosa, el punto aquí no es cuestionar la validez o la fundamentación de estos conceptos, lo que me interesa es reflexionar sobre el grado de incidencia en nuestras vidas.

Nuestros instintos básicos cuáles son (los verdaderamente nuestros), no los que nos han dicho que deben ser, nuestros sueños, anhelos y deseos son de nosotros, porque así lo decidimos, porque así lo queremos, o son nuestros porque deben ser nuestros, porque seguimos con los patrones que existen desde tiempos ancestrales.
¿Qué tanto ha influido en nuestras vidas nuestra propia carga cultural?

sábado, noviembre 11, 2006

Tiempo...

Tiempo... palabra que al escucharla evoca momentos pasados, presentes, futuros, consecución de instantes que han estado pasando y ya ni cuenta te diste. Tiempo... palabra modesta, casi insignificante en la infancia, tiempo que en algún momento comienza a tomar forma conforme se acumulan en algún lugar las horas que empiezas a contar, a saber que existen y del valor que tienen, valor que aumenta con el transcurso de los días.
Y de repente ya no te alcanza el tiempo...

viernes, noviembre 10, 2006

¿Por qué pensamos como pensamos?

Cuando descubres que no eres tan original como alguna vez pensaste, o te das cuenta que eso que consideraste como una innovación alguien más ya lo había hecho, algunos muchos o pocos años antes, es cuando comprendes aquella frase que dijeron en la antigua Grecia: no hay nada nuevo bajo el sol. Y sí, al asomarnos un poco en nuestros patrones de conducta, cánones que se encuentran establecidos en nuestra cultura desde épocas milenarias y nunca se nos ocurre cuestionarnos el por qué.

Y de esta manera, al hacer un alto en el camino, vamos descubriendo cómo la mujer se abre paso en el "mundo de los hombres", pero... ¿qué es el mundo de los hombres?, ¿por qué es el mundo de los hombres?, ¿quién lo delimitó?, ¿quién lo forjó?, ¿por qué lo aceptamos así?, ¿lo podemos cambiar?, estas preguntas surgen sólo por citar un caso, un ejemplo entre muchos que existen.

Lo que creemos, ¿es porque realmente así lo queremos, o son ideas que nos fueron inculcadas desde siempre, estamos viviendo como realmente deseamos, o sólo somos la calca de la vida de nuestros padres? ¿Me quiero casar por que así lo quiero, o porque es lo que hacen todos? ¿Estoy en esta escuela por que así lo elegí o porque así me fue impuesto?

¿Has pensado alguna vez en eso?

jueves, noviembre 09, 2006

Hurgando en el baúl de los recuerdos....

Todos tenemos diferentes maneras de apreciar las cosas, nadie vemos lo mismo, alguien por ahí dijo que "sólo vemos lo que queremos ver", no se quien lo diría, pero es algo verdadero. Es por esta causa que la apreciación del arte varía según la época en la que nos encontremos; pero a pesar de que cada cabeza es un mundo, vemos que existen obras que han trascendido y seguramente trascenderán los siglos. En este caso, estoy pensando en esculturas, monumentos, pinturas, grandes edificaciones, incluso libros.
En épocas más recientes, la música es de las principales expositoras de los sentimientos del vulgo, por citar sólo un ejemplo, tenemos la influencia de los Beatles, que aunque haya muchas cosas que decir sobre ellos, no es este el momento, lo que me interesa resaltar en este espacio, es que a pesar que hace mucho fue el lanzamiento de su último disco, su música continúa vigente.
Ya que mencionamos a los Beatles, podemos utilizarlos como referencia en cuanto a que su música afecta de diferente manera dependiendo nuestra edad, no es lo mismo los recuerdos que tienen las personas que vivieron durante el apogeo de los años 60's y 70's, a lo que significa para la gente que nacimos después, en algunos casos, tal vez reconozcamos la influencia que ejercen en la música que es nuestra contemporánea, en otros casos, simplemente nos gusta y ya.
El mundo ya no es el mismo, en realidad, siempre va cambiando, tal vez sentimos que en nuestros tiempos va cambiando más rápido, sin embargo, y a pesar de las diferencias, sentimos que cierto tipo de música algo nos "mueve" en nuestro interior y eso pasa cada vez que la escuchamos. Tal vez nos recuerde algo o alguien, o simplemente nos hace transportarnos hacia otros espacios.
Y así observamos que como existe música que continúa vigente con el paso de los años, también existe música que todos cantamos en un momento, cuando decimos que está de moda, pero que con el paso de los años queda en el baúl de los recuerdos, de donde nunca más vuelve a salir. Por mencionar un caso, existe una canción, que es de mis preferidas, que no he vuelto a escuchar, no la encuentro por ningún lado y el tipo que la canta no se ha visto nuevamente. Nombre de la canción: Sólo pienso en ti, cantante: Zayeg. Es verdad, si existe, tan existe que alguna vez lo entrevistaron en una revista, no es broma, en verdad esa canción alguna vez se escuchó mucho en la radio y hoy ya ni rastro queda. Y se que como esta canción, pueden existir otras tantas.

miércoles, noviembre 08, 2006

Hoy es un día especial.....

Por fin me animé y a petición del público hoy comienzo a escribir en este espacio. No tengo la menor idea de que vaya a ocurrir, pero en fin, aquí andamos.

La creación de este espacio es de compartir los sucesos que nos acontecen a todos y que de alguna forma nos perjudican o benefician.

Ojalá y podamos crecer juntos como personas compartiendo y deshaciendo lo que pasa a nuestro alrededor.
 

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