lunes, agosto 11, 2008

Matrix

Un día me di cuenta que esa película tan fantástica, que parece fantasiosa, no lo es tanto.

Realmente vivimos en una Matrix... aunque, pensándolo bien, ¿qué es eso de realmente? ¿qué es real? y así hasta el infinito se desencadenan una tras otra miles de preguntas, como las cuentas de un collar (que "filósofa" ando), tal y como se lee en Alicia en el país de las maravillas, ese libro de Lewis Carroll que narra los "sueños" de una niña que cae en un pozo.... sólo que nosotros ya estamos en el pozo y lo más triste del caso, no estamos soñando, es nuestra "realidad".

Estamos siendo controlados por todos lados, siendo tratados como borregos de una manada, tal como lo cantara Gloria Trevi, vivimos en una sociedad que nos vigila, que nos gobierna, más allá de las reglas impuestas, el individuo posmoderno no tiene individualidad. Tenemos desarrollado ese instinto de "pertenencia", a una ciudad, a un grupo, a un equipo deportivo, a una escuela, a lo que sea, de ahí tal vez el crecimiento de las pandillas con sus consecuencias delictivas, lo que va permeando cada personalidad, que reacciona y actúa conforme a las reglas preestablecidas, las cuales les son impuestas, sin embargo, vaya paradoja, son aceptadas para poder pertener a aquello que se aspira. Los campos culturales que tan bien define Pierre Bordieu.

En Matrix ciertos personajes tienen vidas virtuales, en nuestra sociedad también, vía internet podemos vestirnos y ser como queremos, nos escondemos bajo el anonimato de un pseudónimo, que invariablemente permite asomarse a lo que somos. El simple hecho de elegir un nombre para tener una cuenta de internet ya deja entrever una parte de nuestra personalidad, los temas que tratamos, las páginas que visitamos, las canciones que buscamos, los videos que vemos, todo un extensísimo etc.

Nuestros movimientos son monitoreados constantemente, con la excusa de la "seguridad", es posible seguir el camino de cada persona, ¡vaya! no se tiene ya privacidad ni para caminar por la calle, entre las cámaras de los medios deformativos (todos), entre las cámaras de vigilancia en cada tienda, en cada dependencia, en cada esquina, en cualquier lugar hay un registro de lo que hacemos, cuando sacamos dinero de cualquier cajero, se va registrando, en no se dónde y no se con qué objetivo, cada decisión que tomamos, poco a poco y sin sentirlo formamos parte de un entramado, al que sólo alimentamos, del que somos el decorado, lo que vestimos, las distracciones, las van poniendo a nuestro alcance y nada más las tomamos, según aquel grupo al que creemos que elegimos para pertenecer, y no es así, sólo nos fueron mostrando el camino que debíamos seguir, tal cual como se lee en Un mundo feliz de Aldo Huxley, ese libro fue escrito a principios del siglo XX y hoy ya es nuestra realidad.

Creemos que pensamos, creemos que elegimos, pero no es así. Lamentablemente, ya no es así.
 

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