Anoche jugó la selección de fútbol de México contra la de Venezuela, en un partido tirándole a aburridón con un empate a uno. Los venezolanos mostraron garra y fuerza física, la esperanza mexicana, el Chicharito tuvo algunas oportunidades que no pudo concretar y no pasa nada. Giovanni dos Santos dio un buen partido, pero también falló algunas veces a la portería, pero dio un excelente pase que remató de cabeza Aldo de Nigris para el primer y único gol mexicano. Hasta aquí todo bien y normal.
El gol mexicano se dio, según yo, por un error del portero de Venezuela, se vio mal, sale por el balón y de repente se le aparece el grandote De Nigris y gol:
Sin embargo, más allá del excelente pase que le envía Giovanni y lo bien que le gana De Nigris a los defensas, al momento de la jugada no me había percatado que el portero salió por el balón y no lo alcanzó, hasta de espaldas quedó y no alcanzó a reaccionar a tiempo.
En el segundo tiempo, y después de un montón de cambios que realizó mi bien amado Chepo de la Torre, director técnico de la selección, entró Dueñas, un chamaco que juega en Toluca y que regularmente lo hace bien, pues acá no, los venezolanos se cansaron de llevarlo y traerlo por todos lados, el caso es que el portero para este juego fue Guillermo Ochoa, a la sazón portero del América y para mayor abudamiento un chico que levanta pasiones de lo más variopintas. A mí no me cae bien el chamaco, tengo que confesarlo, en el juego de anoche estuvo bien, bien a secas, pero, cayó el gol venezolano en una jugada muy parecida a la del gol de México:
http://www.youtube.com/watch?v=XfZ9qkDQP3U&feature=related
El greñudo Vizcarrondo se pasa entre los defensas mexicanos que se quedaron esperando algo y remata ante un Ochoa que no tenía ya mucho qué hacer.... o tal vez sí.... o quién sabe, el caso es que el balón entró y se convirtió en gol. Y aquí es donde comienza el debate, en la transmisión que veía, la de TV Azteca, Martinolli casi lo crucifica y suelta a Barrabás, Luis García y Jorge Campos, tan ecuánimes ellos, trataron de mediar el asunto, en una primera vista, tal parece que se pierde, al igual que el portero de Venezuela y sale mal, pero ya después, te percatas que no es tan así, la defensa se quedó impávida y de ahí viene el gol.
Pero claro, es Ochoa, al que todos ya hemos aprendido si no a odiar, si al menos a menospreciar, porque muchos lo consideramos un producto comercial que Televisa utiliza a través del América, además de pensar que hay mejores porteros en México que merecen esa oportunidad y no él. Sin embargo, y aunque no es santo de mi devoción, me gustó cómo el tipo afrontó la situación, le aplaudió a sus compañeros y tan campante que siguió jugando sin culpar a su defensa.
Esperemos el veredicto final de quienes manejan a la selección, porque la gente ya dijo que Ochoa no a la selección.