lunes, julio 11, 2011

Con alma, vida y corazón...

De esta manera comienza sus narraciones deportivas Antonio Nelly, un conocido comentarista deportivo de Monterrey que trabaja para la empresa Televisa, me sirvo de su frase porque me parece que los jóvenes mexicanos que obtuvieron el campeonato de fútbol mundial en la categoría Sub-17 lo hicieron precisamente así: con alma, vida y corazón.

Los chicos de la Sub17 hicieron lo que tenían que hacer: jugar desenfadadamente, no presionarse y lo mejor que más disfrutan su fútbol. Contra el equipo marinerito de Francia, muchos no les pronosticaban un triunfo, sin embargo, supieron manejar bien sus oportunidades y no se amedrentaron y supieron afrontar la desesperación del equipo galo para alzarse con el triunfo. Ante la poderosa Alemania, muchos sólo esperaban que "hicieran un buen partido", y ante un gran equipo como el alemán sólo las genialidades serían válidas para vencer a su férrea defensa, y se hicieron. Un inspirado Espiricueta en un tiro de esquina, que si fue tiro a gol o centro... ese balón entró y fue gol, lo demás son especulaciones vanas y vacías en las que los noticieros deportivos gustan de perder el tiempo. 


Con este gol se obtenía el empate, con el irremediable olor a penales y la consabida tragedia nacional que ha llevado a gloriosos equipos mexicanos a quedar fuera en la serie de penales... Y no, afortunadamente para la causa mexicana, los chicos de la Sub-17 no quisieron alargar la agonía alemana y con otro hermoso gol de Julio Gómez, - de esos que les llaman chilenas - desterró la esperanza de los alemanes. Aunado a que el chamaco apodado desde ya "La  momia", por el vendaje que lucía, debido a un golpe que se dio, durante ese mismo juego con un jugador alemán, que por causa de no tener más cambios, tuvo que seguir jugando lastimado, aún así se aventó este golazo:


Y así, tan fácil que es escribirlo, pero tan emotivo y emocionante que fue vivirlo, ver en los rostros de los chicos mexicanos la determinación, las ganas, el ansia de gloria, no de dar sólo un buen partido, sino de obtener el triunfo que los llevara a la final.

La selección uruguaya no es cosa de nada, Uruguay desde hace muchos años ha dado grandes futbolistas, excelentes porteros y tienen un porte y unas ganas de jugar impresionantes, no fue un partido sencillo, aunque el marcador final de 2 a 0 pudiera hacer pensar lo contrario, varias jugadas charrúas que terminaron en los benditos postes, sin embargo, más de lo mismo del equipo mexicano: determinación, las ganas, el ansia de gloria, de hacer las cosas bien, pero sobre todo, de dejar el alma, la vida y el corazón en la cancha. El primer gol mexicano:


El segundo gol:


Y sí, hoy México es campeón, un digno campeón, sólo deseo que a estos chicos de la Sub-17 no los vayan a echar a perder como a los campeones anteriores y sepan guiarlos y conducirlos, aunque bueno, viendo los tejes y manejes de quienes detentan los destinos del fútbol nacional... esperemos que la madurez que mostraron en la cancha la ejerzan en sus vidas.

Felicidades a los chicos de la selección de fútbol Sub-17, que este triunfo es de ellos, por ellos y para ellos.

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